3.
PENFIGOIDE DE LAS MEMBRANAS MUCOSAS
Suele
emplearse el sinónimo de penfigoide cicatrizal.
Trastorno descamativo de las
mucosas en el cual la reacción autoinmune se produce a nivel de la membrana
basal y suele afectar a las encías antes de extenderse a otras localizaciones
de la mucosa.
Se
consideran dos formas de penfigoide el ampollar y el cicatrizal.
El primero afecta sobre todo la piel, siendo muy escasa la presencia de
lesiones orales; el segundo, por el contrario, muestra su principal
localización en la boca, los ojos y otras mucosas, siendo raro en la piel.
Epidemiologia
Tanto
el pefigoide ampollar como el penfigoide cicatrizal se observan en la edad
adulta entre los 40 y 80 años, la frecuencia doble en las mujeres que en los
hombres. Los penfigoides son relativamente raros en niños.
Etiología
Es
de carácter autoinmune, numerosos estudios han de mostrado la presencia de
anticuerpos circulantes contra la membrana basal. La diana principal de los
anticuerpos, es el antígeno BP-1 localizada en el aparato hemidesmosómico
situado en la base de la célula basal adyacente a la membrana basal.
Manifestaciones clínicas
La
lesión elemental es una ampolla, que permanece intacta unas 24-48 horas ya que
posee un techo grueso, si se rompe, deja una erosión que se muestra como una
membrana blanca friable.
La
enfermedad se inicia por la aparición de una o varias lesiones ampollares en la
mucosa oral y/o ocular con una afectación del 91 y del 66% respectivamente en
cada una de estas lesiones.
Dentro
de la cavidad oral, las lesiones aparecen primero en la encía fija y libre, en
forma de áreas irregulares de eritema, asociada a perdida de punteado visible.
Si no se diagnostican y tratan, pueden permanecer limitadas a las encías
durante un largo tiempo, antes de extenderse a tejidos adyacentes como la
mucosa yugal, el paladar y el piso de boca.
Los síntomas clínicos de las
lesiones ampollares del penfigoide cicatrizal aparecen cuando la ampolla se
rompe, originando escozor e incluso dolor. La enfermedad es de curso lento y
progresivo, con exarcebaciones y remisiones, pudiendo permanecer las lesiones
estacionarias durante meses o años.
Diagnóstico
Clínico:
Signo de Nikolski positivo
Biopsia:
histopatología, se aprecia un adelgazamiento del epitelio, la separación se
produce a nivel de la membrana basal dejando un tejido conjuntivo con un
infiltrado difuso de linfocitos, algunas células plasmáticas y escasos
eosinofilos.
Técnicas
inmunohistoquímicas
-inmunofluorescencia
directa: aparece un patrón de fijación lineal que sigue el trayecto de la
membrana basal, con positividad para la IgG en un alto porcentaje y en un menor
porcentaje para el C3, la IgM y la IgA.
Tratamiento
Los
pacientes se tratan con una combinación de Corticoesteroides sistémicos y
tópicos.
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